miércoles, 23 de junio de 2010

Hoy boté unos libros a la basura.

hoy desperté medianamente aturdido. era miércoles y decidí deshacerme de una buena vez de los libros que tenía apilados en un rincón de mi cuarto desde hacía un buen rato. había libros, por ejemplo, que desde que los compré, hará cosa de unos cinco años, no había abierto una sola vez. desde hace un buen rato que, igualmente, tengo el propósito de no comprar un solo libro que no esté dispuesto a leer. creo que eso ayudaría a menguar mi biblioteca, cosa que me agradecería. almorcé las tradicionales lentejas de miércoles que hace franci, mi asistenta, y salí a coger un taxi que me llevara a la virgilio barco, con un back pack lleno de libros. cómo pesaba, qué carga tan molesta. en la biblioteca me atendieron en donaciones y escogieron la mayoría. un puñadito de libros me fue devuelto, por estar subrayados. les agradecí y salí con el montoncito de libros al parque de la biblioteca. salí por el lado por el que nico y yo, noches pasadas, estuvimos jugando al frisbi, pero no por mucho tiempo porque no se veía muy claramente y además estábamos muy turros, pero el paseo en bicicleta nos cayó muy bien. me paré frente a una caneca de basura en la que decía "papel". ¿tú aceptas papel? entonces me quedé mirando fijamente los libros que tenía en la mano y con la mirada vacía pensé Qué hueso estos libros. conservé uno sólo y el resto los tiré a la caneca de la basura de la biblioteca. me fuí caminando, con el back pack vacío. con un libro, diré.

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